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Jul

2021

La clave: conocer y empatizar con las personas para elegir el mejor sistema. El reto: fomentar la confianza, la autogestión y un buen propósito grupal. Lo importante: crecer integralmente siempre en todos los aspectos de la persona.

Por Roger Trelles Carrión. 19 julio, 2021. Publicado en El Tiempo

Como ya es conocido, el Gobierno extendió la vigencia del trabajo remoto hasta el 31 de diciembre de este año, como medida para prevenir contagios de COVID-19. Las autoridades peruanas estiman que 220 mil trabajadores peruanos se desempeñan actualmente bajo la modalidad teletrabajo y/o trabajo remoto.

Es un buen ejercicio de liderazgo el anticiparse y observar qué factores configuran esta nueva forma de trabajar en otras latitudes y otros contextos. Todo con el objetivo de seguir construyendo una relación de crecimiento entre la empresa y sus trabajadores.

Dos de las investigadoras más importantes a nivel mundial en materia de trabajo remoto señalan conclusiones valiosas. Tsedal Neeley, profesora de Harvard, señala que la fuerza laboral ha experimentado la flexibilidad y autonomía con el trabajo remoto, dejando evidencia de ser más productiva.

Por otro lado, Mireia De Las Heras, del IESE Business School, en su más reciente estudio sobre trabajo remoto destaca que este, realizado de modo parcial, incrementa el compromiso con las tareas laborales, la dedicación y la absorción laboral.

Hacen equilibrio en la balanza, estadísticas contundentes frente a la misma realidad. El mismo estudio señala que sólo un 12% de trabajadores quiere trabajar en remoto todos los días. Además, elementos como la comunicación cara a cara tiene ventajas para los equipos de trabajo que no se pueden sustituir por la comunicación en remoto.

Frente a esta realidad, la fuerza laboral empieza a vivir de manera más frecuente los siguientes escenarios. En primer lugar, la convivencia de una modalidad de trabajo presencial y una modalidad de trabajo remoto.

En segundo lugar, un escenario de flexibilidad horaria (estrategia que funciona como mecanismo de retención de talento para las empresas). Además, la aparición de lugares que no son ni las oficinas centrales ni los hogares como “oficinas satélites” o “terceros lugares”, adaptados a las nuevas necesidades de reunión. Y, finalmente, la posibilidad de trabajar con talento de distintas generaciones y especialidades con mayor frecuencia, dadas las ventajas de la virtualidad.

Visiones actuales de cómo se configura el trabajo en la era poscovid. Corresponde no caer en las recetas únicas y generalistas. La clave: conocer y empatizar con las personas que nos rodean para elegir el mejor sistema. El reto: fomentar la confianza, la autogestión y un buen propósito grupal. Lo importante: crecer siempre y de manera integral en todos los aspectos de la persona.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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